miércoles, 26 de agosto de 2015
Mitología- Ninfas
El mito de las ninfas Las ninfas son una clase de divinidades menores que aparecen frecuentemente en el séquito del dios Dionisios. Los griegos y los romanos las imaginaban como bellas muchachas, con un particular campo de acción en la esfera de la naturaleza salvaje, de lo no habitado. Son como la personificación de la actividad vital de la naturaleza, cuya acción se extiende a todas partes. Bellas jóvenes, tímidas y huidizas, que se alejan del alboroto humano para refugiarse en la soledad de los bosques y montañas, en cuyas espesuras y grutas llevan una vida feliz y sin preocupaciones. Se entregan a labores útiles como hilar, o juegan, bailan en corro, cantan y entonan música. Según su dominio preferido reciben diferentes nombres. Así las Náyades son las ninfas de las aguas; abastecen de agua alas plantas y animales, y tienen el don de la profecía. Las Oréades habitan los valles y gargantas de las montañas. La más famosa fue Eco, que concibió tal amor por Narciso, que al no ser correspondida se fue consumiendo de pena hasta quedar reducida a la voz. Afrodita castigó a Narciso haciendo que se enamorara de sí mismo al verse reflejado en un charco de agua. Como el objeto de su amor era inalcanzable, se consumió como Eco, y la flor a que dio origen, el narciso, quedó como símbolo de la belleza sin corazón.
Otras ninfas eran las Alseides que vivían en los bosques. Las Dríadas y Hamadríadas eran más recientes y estaban ligadas a los árboles, principalmente a las encinas. Las Náyades y las Dríadas no eran inmortales, ya que su influencia estaba ligada a la vida de la fuente o la encina en que moraban. Había otras ninfas, las Melíades, que habitaban en las umbrías de los fresnos y se consideraban nacidas de gotas de sangre de Urano, que había sido mutilado por el dios Cronos, el del tiempo; y que dieron origen a los hombres de la Edad del Bronce, dedicados a la guerra. A esta causa se le imputa que las astas de las lanzas y de otras armas empleadas en el combate arrojadizo se fabricaran con varas de fresno. La expedición de los argonautas y las ninfas Los argonautas eran los héroes que, guiados por Jasón, partieron en la nave Argos a la conquista del vellocino de oro. Esta empresa narraba uno de los más famosos mitos griegos. Jasón era un héroe de Jolco, ciudad de las costas de Tesalia, que halló una favorable acogida en toda Grecia, y muchas ciudades se adhirieron a aquella expedición. Apolonio de Rodas en su Argonautia, bello poema épico, expresa los motivos de la gran empresa mítica de Jasón, como el primer viaje por mar, la invención de la nave, hechos muy importantes para un pueblo marinero como el griego.
A la búsqueda de las Ninfas de las fuentes del AMEVCNI Sabemos que estos terrenos de Navatejera son algo prodigiosos para regalar agua. Y que ya debieron ser habitados en la Edad de la Piedra, porque se halla alguna toscamente cortada por las inmediaciones de las instalaciones recreativas de La Casa de Asturias. Y que andan tras ello investigadores entre alumnos y profesores de la universidad legionense. Efectivamente, estos terrenos terciarios que circundan León facilitan agua a muy poca profundidad. Los chalets que por aquí se asientan no tienen más que perforar a muy pocos metros y obtienen toda la que precisen. De por aquí tenía que surtirse el campamento romano; no del Bernesga, que baja a plano inferior. Recorrimos todos los pagos de Navatejera, todos sus valles. Conversamos con las gentes. Y casi todos te orientan a la villa romana que muestra sus mosaicos, sus thermae; la quinta de placer de los gerifaltes de la Legión VII que nutrían, como otras muchas por la orilla del Torío, con bellas muchachas lancienses. No es extraño pues que hayamos hallado muchas fuentes: la Pardala, cerca de la ciudad sanitaria; la Portillera, al lado de una bella mancha de pinos; la Vallina delFontanal, allá para donde han practicado la toma de aguas y depósitos para abastecimiento de la villa; la de Valdeiglesias, por el valle de la casa romana. En las instalaciones de La Casa de Asturias han obtenido gran caudal de agua artesiana. La Fuente de las Huergas, La Fuente del Medio, la Mosquitera, la de Valdesera. ¡Ah!, pero también hemos hallado en el Valle de la Huerga, que llega desde Navatejera hasta cerca de La Copona, gran campa de varios kilómetros, una hermosísima fuente de agua cristalina. Es la bella fontana que denominan con dos acepciones: Fontanilla y Fontaninfa. Aquí está. La Fuente de las Ninfas. La Fontanilla, La Fontaninfa. Aquí es la Fuente del AMEVCNI, la fuente de las Ninfas. Y cuentan que en las noches de verano, cuando el céfiro arrulla las hojas de los chopos cercanos, en el silencio de la nocturnidad y entre el cantar de las miríadas de grillos, aun se oye batir el aire con un murmullo suave y delicado. Y prestando mucha atención asemeja el cantar melodioso de varias niñas en un corro. Y cuentan aun más; que un pastor no podía dormir por las noches, que se sentía impelido a salir fuera del pueblo a oír cantar en el Valle de la Huerga las melodías que con voz femenina vagaban cercanas a la Fontanilla, pero nunca se acercó, por miedo.
Ahí queda la leyenda, y allí están las Ninfas del Robledal de Navatejera, esperando a los mozos fornidos y luchadores de la villa, que se acerquen a la Fontanilla del AMEVCNI en las noches de verano, para requebrar de amores a las bellas muchachas, Ninfas del AMEVCNI, que les están aguardando.
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